Ser un PCR es conocer la realidad. La realidad no es más que la percepción subjetiva desde un punto de vista creado por nuestro entorno y por las experiencias del pasado. Así nuestra memoria colectiva repercute en nuestra percepción del mundo y nuestra escala de valores. Como buenos elementos del programa, los intrépidos protagonistas de estas crónicas se disponen a adentrarse en la historia más antigua jamás contada: La Creación de la Tierra y la Vida, según los mayas.
Templo II en Tikal, Guatemala
“Al principio no había tierra, solo existían el mar y el cielo; tampoco había plantas, animales u hombres; solamente había silencio. Los dioses dialogaron entre ellos y decidieron crear la tierra, separando el mar y abriendo la claridad en el cielo. Después, los dioses decidieron crear a los animales, pero se dieron cuenta de que eran incapaces de hablar y tener conocimiento, por lo que quisieron realizar un nuevo intento. Crearon entonces al hombre a partir del barro, pero éste era débil, no tenía fuerza y se deshacía. Los dioses destrozaron su creación y decidieron intentarlo nuevamente, utilizando como materia prima la madera. Sin embargo, a pesar de ser más fuerte, la madera tampoco dio el resultado deseado porque las criaturas que surgieron no tenían espíritu ni habla. Los dioses volvieron a dialogar entre ellos y decidieron destruir nuevamente su obra, enviando un gran diluvio desde el cielo y transformando a esos seres en monos. Finalmente, acordaron crear al hombre a partir del maíz y tuvieron éxito.”
Si algo queda en El Salvador de los Mayas, es eso: maíz. Maíz y frijol.
Palabra de El Niño Maíz,
” te rogamos óyenos”.
Cuando llegas aquí te da la impresión que la memoria/historia comienza en la conquista. Los españoles se dedicaron a masacrar y ridiculizar cualquier expresión cultural anterior, con la sana intención de enseñar el verdadero camino de Dios a los bárbaros (“demos gracias al señor”). Tarea a la que se sumaron con animosidad criollos y demás herederos del poder. Y fueron bastante efectivos. Es ahora cuando los salvadoreños empiezan a tener consciencia del valor de sus conocimientos y tradiciones pasadas.
Templo principal en Tazumal, El Salvador
Si de algo sabían los Mayas era de contar. Ya tenían el cero mucho antes que los europeos y desde el principio de su civilización contaron el tiempo, los ciclos. Tres calendarios para tres cuentas de tiempo que transcurren simultáneamente: el calendario sagrado de 260 días, el civil de 365 y el de la larga cuenta, que cuenta los días desde la creación (3114 a.c.) hasta el 2012, donde se termina el tiempo….
Naves a la deriva en un mar de jungla
Estos calendarios guiaban la vida de los antiguos. Indicaban el día adecuado para la siembra y la cosecha, para el recogimiento y para el rito. Así cada día desde el Comienzo es propicio para una tarea. Hoy es día
Toj 1 (pago de deudas y equilibrio) y ya sea casualidad o causalidad aquí, B’atz’ (el hilo y el tiempo), Aq’ab’al (el amanecer, el comienzo de ciclo) y Ajmaq (la curiosidad y la prudencia) pagamos la nuestra con vosotros con esta entrada al blog.
El riojanísimo ilustre de la geológica Villa de Ventrosa de la Sierra.
Qué grandes las dos entradas, chicos, y qué recuerdos! No dejéis pasar mucho tiempo antes de volver a escribir, da gusto leeros.
ResponderEliminarDisfrutad mucho, cada instante
Gracias